El teatro ha sido históricamente un espacio de resistencia, reflexión y transformación social. En contextos de crisis política y violaciones a los derechos humanos, las artes escénicas han servido como un medio potente para visibilizar realidades ocultas y dar voz a quienes han sido silenciados. En este marco, reflexionar sobre la articulación del teatro, como fenómeno artístico y cultural, con las instituciones públicas, organizaciones civiles y otros agentes resulta fundamental para comprender la relevancia de la función social del arte, su carácter político y su potencial transformador.
Tomando como punto de partida la categoría de derechos culturales presente en la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) de 1948, que sostiene que “las personas tienen derecho a participar de la vida cultural de su comunidad”, y teniendo en cuenta la concepción de identidad cultural comprendida en la Declaración de Friburgo (2007), consideramos necesario poder explorar la intersección entre el teatro político, los derechos culturales, la memoria colectiva y las políticas culturales públicas, poniendo un énfasis particular en la labor de la Asociación Teatroxlaidentidad (TXI) y su contribución a la búsqueda de justicia y reparación en el contexto argentino.
Teatroxlaidentidad nació en el año 2000 como un movimiento integrado por teatristas de diversas disciplinas y se consolidó como uno de los brazos artísticos de Abuelas de Plaza de Mayo. Desde 2004, se ha constituido como una Asociación Civil sin fines de lucro. Su objetivo es hacer suya la búsqueda de Abuelas de Plaza de Mayo en la recuperación de los hijos e hijas de desaparecidos que fueron apropiados durante la última dictadura cívico-militar argentina (1976-1983) y en la restitución de sus identidades. En sus 25 años de existencia, TXI ha llevado a cabo una variedad de ciclos teatrales, festivales, funciones gratuitas en instituciones educativas de todos los niveles, así como diversas intervenciones en espacios públicos tanto en Argentina como en el extranjero.
Sin embargo, en la actualidad, las políticas culturales del gobierno nacional han contribuido a la invisibilización de la memoria relacionada con la última dictadura, fomentando una reelaboración histórica que busca borrar ciertos eventos de la memoria colectiva; basta con mencionar el cierre y el despido de numerosos trabajadores del Centro Cultural Haroldo Conti, ex-ESMA, y los discursos negacionistas provenientes de distintos funcionarios públicos.
En el presente actual, “Memoria, Verdad y Justicia” pareciera ser un lema que hay que volver a poner en escena, puesto que la memoria, como sostiene Elizabeth Jelin (2020), siempre es una concepción que hay que historizar para poder observar cómo ésta se da siempre en escenarios de lucha y disputa por la interpretación de los hechos, haciendo que ningún acontecimiento del pasado esté completamente cerrado o saldado. Es necesario volver a preguntarnos qué se recuerda, para qué y por qué, y que esos mismos interrogantes puedan interpelar activamente a la comunidad.
El objetivo de este seminario es llevar a cabo un recorrido que permita poner en valor el trabajo de TXI realizado durante los 25 años de su historia. Es fundamental reconocer que tanto la historia de un país como la de las instituciones y asociaciones deben ser narradas y compartidas, para que la memoria colectiva se mantenga viva y se transmita de generación en generación. Entender que cada momento histórico presenta sus propios desafíos y que es necesario habilitar debates y espacios de diálogo y reflexión tanto sobre los aspectos teóricos como sobre la praxis teatral y las políticas culturales vigentes. Esto nos permitirá fortalecer la relación entre el rol de las instituciones públicas, con el Estado como garante de derechos; el trabajo de TXI como organismo autónomo; y la comunidad, que es el objeto de esos derechos.
El seminario se cursará en el Centro Cultural Universitario Paco Urondo – CCPU (25 de Mayo 201, CABA), y además se prevén actividades en la sede Puan (Puan 480) y en el Teatro del Pueblo (Lavalle 3636), con una muestra final de creación colectiva en la sede Puan.