Las expresiones estéticas medievales (siglos V-XV) no sólo transformaron el bagaje cultural de la Antigüedad grecolatina, sino que además, resultaron medios visuales eficaces al dominante cristianismo. Según sus funciones (litúrgicas, doctrinales, pedagógicas, políticas, etc.) actuaron de manera performativa en espacios eclesiásticos y profanos. El estatuto, la ontología y los usos de las imágenes fueron motivo de contiendas en la época. Concebidas en su mayoría desde una praxis anónima y colectiva, su concreción fue posible gracias a la comitencia de la Iglesia, de reyes y nobles que buscaron legitimar su poder. Diversos materiales, objetos e imágenes constituyeron una creciente red de intercambios comerciales y culturales entre Occidente y Oriente (incluyendo Persia, China, etc.), ante lo cual, el concepto de homo viator es nodal para pensar en un mundo medieval activo, en el que hombres y mujeres peregrinan, comercian, viajan, se movilizan. Diversas dinámicas de confrontación y convivencia entre comunidades cristianas, judías y musulmanas posibilitan desde las actuales perspectivas decoloniales y la Historia Global considerar una Edad Media multifacética a la vez que “otros Medioevos” que se desarrollan en paralelo al Occidental. Asimismo, la crítica al antropoceno y el Animal Turn permiten recuperar visiones y representaciones que la Edad Media gestó sobre la naturaleza y las esferas no-humanas (animales, plantas) en un amplio espectro. La asignatura propone así deconstruir ciertas ideas establecidas en los siglos posteriores sobre el Medioevo como un tiempo oscuro y estático, para reflexionar sobre la pluralidad de sus producciones estéticas a través de marcos teóricos sustentados en la Antropología de las imágenes, los Estudios Visuales y la Cultura Visual, incluyendo diálogos con la Historia Global y la Cultura Material.