La asignatura Residencia es la última materia del Profesorado de enseñanza secundaria y superior en Artes. Se propone como una instancia reflexiva de praxis pedagógica, como el lugar donde las/les/los estudiantes avanzadas/es/os del Profesorado de la carrera abordan la problemática de la enseñanza del arte desde una perspectiva específica, la analizan institucional y políticamente, y descubren líneas didácticas apropiadas para su transmisión escolar. De esta manera construyen orientaciones particulares y personales, elaboran y llevan a la práctica una propuesta fundamentada de enseñanza.

Esta materia entiende que para construir un modelo de docencia artística teórica hay que religar las construcciones de conocimiento de los centros de formación académica de investigación y docencia superior en Artes con las instituciones educativas de nivel secundario. Y si bien estas instituciones están fracturadas unas de las otras, en los diseños curriculares se observa la creación de una diversidad de materias de teoría e historia del arte que efectivamente se dictan en la escuela.

A su vez, la relación arte y educación tiene que observarse teniendo en cuenta las vinculaciones conceptuales singulares y colectivas que las/les y los futuros docentes poseen frente a las situaciones educativas institucionales que la transforman. Ambas cuestiones aportan a las 

preguntas acerca de cómo se produce el conocimiento de lo artístico en la escuela, cómo es el movimiento que se produce allí y de qué modo se abordan. En este sentido resulta fundamental la pregunta acerca de qué conceptos de conocimiento hay en lo artístico, o a través de lo artístico, tanto en las escuelas especializadas en arte como en aquellas que son parte de otras propuestas educativas. Si los espacios son diferentes requieren diversas resoluciones para el desarrollo en el aula. Sin embargo el concepto del arte y su tratamiento no debería diferir en ninguna de las instancias mencionadas, cuestión que constituye un problema. La denominación educación artística presupone que la educación es el sustantivo y lo artístico es el adjetivo. En ese sentido, es importante revisar que esa denominación contiene, por un lado, el concepto de que el arte es un medio para y no un fin en sí mismo, y por otra parte, como rasgo contradictorio es capaz de atravesar transversalmente los contenidos de áreas muy diversas para la transmisión del conocimiento.

La residencia, entonces, es el espacio que da la posibilidad para que las/les/los futuras/es/os profesoras/es realicen el ejercicio de debatir sostenidamente cuáles son los alcances de la comprensión y/o la explicación de lo artístico como conocimiento y en el desarrollo de su autonomía, para resonar en las derivas de la educación, en un sentido amplio y/o específico.

Se caracteriza a la actualidad educativa en la Ciudad Autónoma de Buenos (2007-2022), región donde las/les /los futuros profesores desarrollarán mayoritariamente su trabajo docente, como un período que no está solo signado por la crisis si no por una transformación que tiende a desmantelar tramas nodales construidas por la historia del sistema educativo nacional, modelos y/o estatutos laborales que se fueron constituyendo en contenidos establecidos a través del tiempo.

En momentos de crisis y de transformaciones, en un sentido general, se considera al arte como lo que pone en movimiento o acciona en la posibilidad de expresar la sensibilidad, de denunciar, de vislumbrar o de construir colectivos que contribuyan a la manifestación de proposiciones ligadas a la creación considerada como una realización material, procedimental, que se traduce en un salto o transformación de las respuestas automatizadas. En este sentido, la educación es un nexo que vincula al arte con la cultura a partir del cual se construyen interrogantes que habitan nuestra cotidianeidad pero que no exploramos frecuentemente.

Las políticas educativas expresadas tanto en lo institucional como en lo curricular son las que operan, producen limitaciones e inciden fuertemente en el ámbito educativo y en el acto docente en particular. En ese sentido, el arte es un espacio propicio para pensar sobre la alienación, la reificación y la crítica de ello, es decir es un proceso crítico que en sus huellas matéricas contiene procesos sociales a indagar.

Las corrientes contemporáneas que retoman estas discusiones interpretan a las obras de arte como un obrar, en el sentido de que lo constituyen como trabajo a través de las técnicas, los materiales, las configuraciones que se despliegan para hacer aparecer a la historia, los conceptos, las marcas de la subjetividad, las capturas de la sensibilidad del presente de la realización.

Una obra visual, una realización cinematográfica o audiovisual, teatral, literaria o sonora es un objeto que construye teoría y a partir de allí se inicia la pregunta, el acercamiento y las posibles 

conclusiones, tanto las que surgen del proceso colectivo de deliberación educativa en el aula como las que ya se constituyeron en la teoría e historia del arte.

El arte permite desplegar, como proposición, aspectos de la vida particular o concepciones de mundo y posibles resoluciones del mismo; y esto a partir de materiales que se vuelven representación. Se observa, de manera progresiva, la incorporación de los desarrollos artísticos y las obras artísticas, para explicar procesos sociales, económicos, políticos, históricos, entre otros.

Nuestra tarea como futuras/es/os formadoras/es es propender a que no desaparezca la especificidad del conocimiento del arte y construir proposiciones didácticas para desarrollar, en la praxis pedagógica, el descubrimiento de estructuras que permitan construir razonamientos no estandarizados. De este modo, la materia interpela a las/les/los futuras/es/os docentes a que las/les y los estudiantes desarrollen un cambio conceptual mediante la praxis pedagógica. Las/ les/ los estudiantes, destinatarios, ya están atravesados por estructuras que son determinadas por una formación instituida, una presión cultural y categorías del conocimiento heredadas. La mediación en las obras de arte es lo que posibilita el despliegue de concepciones sensibles del mundo, de la realidad, de lo político que permiten reflexionar sobre formas de hacer, complejas de observar. Las distintas asignaturas nos enfrentan a problemas básicos que provocan que entendamos cómo abordarlos según sus particularidades. En este sentido, analizamos las propuestas de los distintos espacios curriculares, sus denominaciones, los recortes del conocimiento que suponen, las concepciones del arte que construyen y los contextos institucionales donde se ofrecen.